Hay tiendas en Shopify que parecen bien montadas: fotos bonitas, producto claro, precio correcto… y, aun así, el tráfico orgánico no llega. No se posicionan. Y no es que Google “te tenga manía”; es que tu tienda no cumple los mínimos para aparecer bien posicionada en buscadores. Aquí es donde entra el SEO para Shopify que te voy a explicar en este post.
Lo he visto muchas veces.
El dueño de la tienda online dice que “todo está bien”. Instaló dos apps de SEO y escribió tres posts. Organizó los productos, metió fotos y creó las descripciones de producto. Luego empiezas a rascar y aparecen pequeños problemas por todas partes: textos copiados literalmente de los del fabricante, colecciones duplicadas, fichas sin intención de búsqueda, títulos que no dicen nada, un tema pesado que tarda una eternidad en cargar en móvil… Nada dramático por separado, pero juntos le dan señales a Google de que tu tienda es una «castaña».
Así que voy a explicarte como hacer SEO en shopify, gracias a mi propia experiencia en SIIL y a lo que he visto durante estos años en clientes que usaban este tipo de tiendas online. Vamos a ir al grano, sin recetas mágicas, porque no existen, pero entendiendo y aplicando los conceptos que te llevarán a las primeras posiciones en buscadores.
Si tu tienda vende poco orgánicamente, quizá con unos pequeños ajustes es suficiente. Te los muestro aquí.
¿Por qué muchas tiendas Shopify parecen invisibles? (y qué tiene que ver con tus zapatillas que nadie compra)
Hay una escena que se repite. Lanzas tu ecommerce… y esperas… y esperas… y esperas… y no ocurre nada, durante días, semanas e incluso meses. Lanzas campañas de anuncios en paralelo que parece que es lo único que funciona y consumes todo tu presupuesto sin que la parte orgánica, la que te dará rentabilidad termine de arrancar.
Miras Google Analytics y parece que solo visitan el ecommerce tú, tu primo y un bot de Polonia. Y tu presupuesto para marketing sigue cayendo. Mal asunto.
La mayoría de tiendas en Shopify no fallan por falta de esfuerzo, sino por exceso de confianza en el propio sistema. Shopify promete simplicidad: “Crea tu tienda, olvídate de lo técnico y vende”. Pero esa promesa tiene una «pequeña» trampa. La simplicidad del panel oculta una estructura que, si no tocas, no está pensada para posicionar.
Por ejemplo:
– Las fichas de producto duplican URLs sin que te enteres.
– Las colecciones crean páginas fantasma que Google rastrea sin valor.
– El blog, si no lo configuras, publica con una estructura poco amigable.
Y a eso se suma algo más humano: muchos emprendedores suben contenido pensando en lo que ellos quieren contar, no en lo que la gente busca.
La gente busca lo que le interesa. Si vendes zapatillas cuenta tu historia en redes o en tu newsletter, pero en paralelo, dale a Google lo que necesita. Es decir fichas de producto optimizadas, una buena estructura de página, facilita al usuario la navegación y la compra y verás como todo empieza a fluir. Y no, no te hace falta repetir 600 veces “zapatillas para correr” o “cómo elegir deportivas ligeras”.

Mi experiencia con una tienda que no vendía porque nadie la veía
Hace un tiempo ayudé a un cliente que vendía mochilas. Buen producto, fotos cuidadas, packaging precioso. Pero su web no salía (casi) ni para búsquedas de su propio nombre. Ni rastro en Google.
Revisamos todo. El problema no era el producto ni la competencia. Era la estructura. Shopify había creado decenas de URLs duplicadas con los filtros y las colecciones. Además, los títulos de producto eran idénticos entre sí y las descripciones parecían escritas por un becario vago.
El tema era que Google estaba rastreando más páginas inútiles que útiles y las páginas útiles estaban creadas «sin cariño». Así que lo primero que hicimos fue limpiar. Y lo segundo mejorar las páginas útiles.
Quitamos duplicados, reescribimos títulos con intención de búsqueda real (“mochila reciclada para portátil”, “mochila de viaje ligera”), y ordenamos las colecciones por categorías lógicas que alguien de verdad buscaría. Siempre ponte en los zapatos de tu cliente para entender qué busca y por qué… y dárselo, claro.
Dos meses después, las visitas comenzaron a llegar. Las ventas empezaron a moverse sin aumentar presupuesto en anuncios.
El SEO en Shopify hay que trabajarselo un poco más, no va de instalar una app y esperar.
Ahora te explico qué hacer con esas páginas duplicadas que crea Shopify y que nos dan alergi a los SEOs.
Los impedimentos técnicos de Shopify que puedes domar
Shopify es una maravilla para vender rápido, pero una pequeña pesadilla cuando te pones a revisar el SEO. Aun así, hay tres cosas que deberías mirar si quieres que tu tienda deje de perder energía por el camino.
El duplicado invisible: cuando Shopify te clona los productos sin avisar
Una de las trampas más traicioneras de Shopify es que crea varias URLs para llegar al mismo producto.
Tú subes una “mochila reciclada” y crees que tienes una página, pero en realidad hay dos o más. Una vive en /products/mochila-reciclada y otra, escondida, dentro de /collections/mochilas/products/mochila-reciclada.
Google ve ambas, se confunde y reparte su cariño a medias.
Resultado: tu producto no posiciona bien ni en una ni en otra.
La buena noticia es que no hace falta ser programador para arreglarlo.
Primero, cuando creas tu tienda y tus contenidos, asegúrate de enlazar siempre la versión corta (la que empieza por /products/…). En menús, botones y fichas, borra cualquier enlace que pase por colecciones.
Después, cuando estás en una página de producto comprueba el canonical: Haz Control +»u» o haz clic en el botón derecho, “Ver código fuente” y busca (Control+»f») rel="canonical". Si apunta a la URL limpia, estás a salvo. Si no, tu desarrollador puede corregirlo en un minuto dentro del tema.
También puedes evitar que Google rastree las versiones raras con parámetros añadiendo una pequeña línea en tu robots.txt:
Disallow: /*?*
No es obligatorio, pero ayuda a limpiar el índice y a centrar la atención en lo que importa.
Y si ya tienes enlaces internos apuntando a las URLs largas, no te preocupes: cámbialos poco a poco o usa una app tipo SEO Manager para encontrarlos y reemplazarlos.
Lo importante es no redirigir por redirigir. Shopify ya entiende qué versión es la buena; solo necesita que no le confundas más.
Después de estos ajustes, verás cómo el número de páginas indexadas baja, pero el tráfico sube. Es el clásico caso de “menos es más” llevado al SEO.
Variantes, filtros y páginas fantasma
Shopify genera páginas nuevas cada vez que usas filtros de color, talla o tipo. Y aunque para el usuario sea útil, para Google es ruido.
Imagina que vendes camisetas y tienes 20 colores: Google ve 20 URLs con el mismo contenido.
Puedes evitarlo fácilmente:
- Desactiva las variantes innecesarias si no aportan valor individual.
- Si cada variante merece su propia página (por ejemplo, un color con nombre propio), crea una ficha única con su texto e imágenes.
- Y revisa que tus filtros no generen parámetros extraños como
?variant=12345o?sort_by=. Esto la mayoría de las veces, Shopify lo gestiona solo y es lo recomendado. Shopify ya incluye etiquetasrel="canonical"en esas páginas, apuntando siempre a la versión principal. Pero si no estás convencido, debes verificar que el canonical está correcto. Si está bien, Google acabará ignorando las versiones con?sort_byo?variant=por sí solo.
Menos combinaciones indexadas = más foco en las que de verdad importan.
Apps y scripts que lastran
Cada app que instalas añade un trozo de código, y muchos se quedan activos aunque elimines la app.
Eso frena la carga y confunde a los rastreadores.
Entra en Online Store → Themes → Edit code → theme.liquid y busca scripts que ya no uses.
Haz copia de seguridad antes de borrar nada, y pide ayuda si no estás cómodo tocando código.
Si tu web tarda más de 3 s en cargar, no es un problema estético: es una señal de que va lenta y puedes estar perdiendo ventas.
Ajustes rápidos en Shopify que marcan la diferencia
1. Velocidad + tema ligero: cuando menos es más
Shopify está lleno de temas “modernos” que pesan como un mueble antiguo. Parecen bonitos en la demo, pero cada imagen, slider o script innecesario le roba segundos a tu tiempo de carga.
Y en SEO, cada segundo cuesta clics y ventas.
He visto tiendas que mejoraron posiciones solo por cambiar de tema y comprimir las imágenes. Sin tocar nada más.
Usa PageSpeed Insights o GTmetrix y verás qué está lastrando a tu tienda a nivel de tiempos de carga, etc. Si el tema carga demasiadas apps o efectos visuales, cámbialo o limpia.
A veces eliminar un banner rotatorio vale más que escribir tres posts nuevos.
2. URLs y estructura: lo que ves y lo que Google ve
Los humanos leen nombres, Google lee rutas. Como he comentado antes, shopify duplica urls de producto, por ejemplo o crea URLs excesivamente largas.
Mi recomendación: mantén las URLs cortas, sin fechas ni jerarquías absurdas. Y agrupa productos en colecciones con sentido lógico: mujer, hombre, ofertas… no más.
Cuanta menos confusión haya entre productos y colecciones, más fácil lo tendrá Google para entender tu tienda y más rápido encontrará tus productos.

Ejemplo url corta shopify: https://getsiil.com/products/champu-densificador-siil
3. Fichas de producto que convierten: Título, beneficios, historia, detalle y confianza
Escribe un título que refleje el producto pero que llame la atención. No seas vago en este punto. Un buen titular para tus productos es clave.
Y después, pon los beneficios, ingredientes, lo que sea que te diferencia y «qué hay de lo suyo» para el cliente.
Otro error clásico a evitar son las descripciones tipo catálogo.
“Elaboradas con materiales de alta calidad. Disponibles en varios colores.” A la mierda, esas descripciones no las escribe ni la IA. Hazlas cercanas, humanas, que den ganas de leer y de comprar.
Una buena ficha de producto cuenta una pequeña historia: de dónde viene el producto, por qué es distinto y cómo encaja en la vida de quien lo compra, o incluso, por qué está en tu catálogo. Ahí sí.
Si vendes “zapatillas veganas”, no digas solo “hechas sin cuero animal”; explica cómo se sienten, por qué transpiran mejor o cómo las fabricas sin químicos agresivos.
Acompáñalo con detalles reales: peso, textura, medidas, mantenimiento… y fotos naturales, no solo renders perfectos.
Las fichas que mejor convierten no parecen vender; parecen responder dudas.
Y ya de paso, como explicaba en este post sobre SEO para IA te ayudará a aparecer en recomendaciones de la IA.
4. Contenido que sirve (y no solo “blogs porque toca”)
Muchos abren un blog en Shopify para “hacer SEO” y terminan llenándolo de artículos que no interesan a nadie.
El contenido útil no se mide por longitud, sino por intención.
Hazte esta pregunta:
“¿Ayuda este artículo a alguien que podría comprarme algo?”
Si vendes zapatillas veganas, tiene sentido escribir sobre cómo cuidar el calzado sin cuero, marcas sostenibles que inspiran confianza o qué diferencias hay entre materiales reciclados y veganos.
Eso atrae a tu público y, además, le enseña a Google que eres alguien importante en ese nicho.
5. Elección de palabras clave realistas
Olvídate de querer posicionar “zapatillas deportivas” si compites con Nike o Decathlon.
Busca términos que mezclen intención de compra y nicho, como “zapatillas veganas de mujer ligeras” o “calzado ecológico para correr”.
Esas búsquedas tienen menos volumen, pero también menos competencia por estar mucho más segmentadas y por tanto, tienen más probabilidad de venta. El usuario está más cerca de la compra que alguien que pone solo “zapatillas deportivas”. Este no sabe todavía ni por dónde le da el aire.
Puedes detectar esas palabras clave relevantes para tí y gratis con Google Suggest (lo que aparece al escribir en el buscador) o Google Trends, o usando herramientas como Ubersuggest o Ahrefs Keywords Explorer.

6. Mezclar intención transaccional + informativa
El gran error de las tiendas Shopify es separar lo “que vende” (productos) de lo “que informa” (blog).
El SEO potente combina ambos mundos: una ficha de producto puede resolver dudas y un post puede vender sin que lo parezca.
Por ejemplo, si escribes “Guía para elegir zapatillas deportivas veganas para verano”, ese artículo puede enlazar de forma natural a tus productos.
No como “comprar aquí”, sino como parte de la historia:
“Estas zapatillas de corcho y algodón orgánico son las que mejor me han aguantado el calor sin perder forma.”
A Google le gusta ese tipo de relación entre contenido informativo y transaccional.
7. Ejemplo: la ficha de producto de “zapatillas deportivas veganas”
Imagina esta estructura:
- Título: Zapatillas deportivas veganas transpirables – ligeras y sin cuero.
- Primer párrafo: cuenta una pequeña historia (“Hechas para quienes buscan comodidad sin renunciar a sus valores”).
- Bloque técnico: materiales, peso, tallas, garantía.
- Bloque emocional: sensación al usarlas, diseño, propósito.
- FAQ breve: cómo lavarlas, si son resistentes al agua, origen de los materiales.
Eso no solo mejora conversiones. Hace que Google entienda el contexto de tu producto y lo relacione con búsquedas reales.
Reflexión final: el SEO como compañero de viaje, no como truco rápido
El SEO en Shopify no es una ciencia exacta ni un botón que se activa. Es una suma de pequeños gestos: limpiar duplicados, escribir mejor, cuidar la velocidad, entender cómo piensa quien busca, hacer fichas de producto amigables y no traducidas directamente dle chino…
Lo bueno es que todo eso se puede aprender.
No hace falta ser programador ni obsesionarse con el algoritmo. Solo observar, probar, medir y ajustar.
Si tu tienda no vende, no significa que tu producto no funcione. A veces solo está mal contado, mal estructurado o enterrado en una tienda online que se puede limpiar en una tarde.
Google no premia al más listo, premia al más claro. Y la claridad se construye: con estructura, contenido y paciencia.
Espero que este post te haya gustado y recuerda…
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Espero que este post te haya ayudado. Recuerda que tienes más artículos en mi blog.